Corría el año de 1939 Maracaibo conservaba aun sus rasgos ancestrales con el marcado predominio de sus costumbres y características pueblerinas aquilatada en la lozanía de su deslumbrante arquitectura. El saladillo viejo barrio maracaibero de aire colonial de calles de alegría y brillo multicolor, ve nacer en su seno el 9 de mayo a Ricardo José Aguirre González cuarto hijo de Luís Angel Aguirre e Ida Cira González. Para el momento de su nacimiento la alegre familia residía en la calle Baralt cerca del afamado puente O’leary y la inconfundible y majestuosa avenida el milagro testiga de tantas historias del Maracaibo de ayer.
Según su madre Cira, Ricardo vino al mundo en zurrón….. ¡si lo parí en zurrón o enmantillado!…. Nació a la seis de la mañana gracias a Dios…. Esta frase la recoge el insigne poeta miguel Ordóñez uno de los recopiladores de la obra del monumental de la gaita.
Toda la infancia de Ricardo estuvo impregnada con calor de hogar junto a sus hermanos Luís Esteban, Alfonso enrique, Jesús ángel, Rixio, Renato y Alves. Se inicia en las primeras letras bajo la tutela de mariíta Pulgar una señorita vieja que impartía clases en una escuelita paga en la calle aurora cerca de la Carabobo y padilla emblemáticas calles del Maracaibo de ayer, era rutina diaria por las tardes que Ricardo se encontrara con sus primeros conocimientos de la mano de su amada madre. Después de ya superada la barrera del leer y lo elemental de las matemáticas, Ricardo ingresa a la escuela Clemente Urdaneta para seguir con sus aprendizajes y continuar sus estudios en la escuela padre Delgado donde culmina la primaria con gran satisfacción.
Ricardo decide con la venia de sus padres estudiar en el afamado y legendario liceo UDON PEREZ donde comienza sus estudios de secundaria pero comienzan los traspiés, surgen problemas de tipo político en Venezuela y pierde el primer año por causa de las constantes huelgas y los paros que ya se asomaban en el país, como instrumento de lucha y de presión contra la dictadura perezjimenista.
Preocupado por la interrupción de sus estudios recibe una buena noticia a través de la prensa dándose cuenta de una nota que decía que el Ministerio de Educación Nacional hizo un llamado a todos los egresados del sexto grado que estuvieran interesados en ser maestro de escuela en la educación primaria, que se presentaran en la escuela normal “Gervasio Rubio” en Rubio Estado Táchira. Sin pensarlo, de inmediato Ricardo tomo una pequeña maleta, que fue la valija de sueños que llevo consigo, partió muy entusiasmado con un cúmulo de esperanzas e ilusiones, a pesar de su corta edad, solo tenia quince años.
Triunfante llega a Rubio, muy seguro de que a su regreso a Maracaibo llegaría con el titulo en la mano de maestro normalista. Transcurrido cuatro años logra su tan decíada meta, y en el año 1958 fue su majestuosa graduación.
Ramón Soto Urdaneta, locutor animador y estudioso de la gaita cuenta una anécdota que le pasó a Ricardo en Rubio, justo terminada su escolaridad, en un día cualquiera frió y nublado de ese precioso pueblo Tachirense, un circo los visitaba después de una larga travesía por México, Centroamérica y Colombia en ese bullanguero circo venia una especie de pitonisa que adivinaba el destino, Ricardo acompañado de dos de sus amigos se le ocurrió ir a la consulta de la mujer y ella le comento, tienes un promisorio porvenir, serás un hombre muy famoso pero duraras poco. El trío de jóvenes amigos al terminar la consulta se marcharon muertos de la risa, pues le parecia absurdo lo que la misteriosa mujer les había dicho.
Fue también en este acogedor pueblo donde le afloró la vena musical, le comienza a fluir su sangre gaitera y vierte en él la necesidad de exteriorizar su ingenio, su creatividad, tal cual era su inquietud artística. Fue buen estudiante, y paralelo a ello se empeñaba en participar en todos los actos musicales y de teatro del liceo.
En ese paso por la secundaria aprende a tocar piano y guitarra entre otros instrumentos, realiza su primera compocisión gaitera que se la dedicó al ilustre colegio Gervasio Rubio, es entones cuando comienza a desbordar su calidad musical, lo que determinaría su vida y su trascendental sitial en la gaita
Era un hombre sencillo de alto sentido de la solidaridad y compañerismo, ofrecía su amistad sin condicionamiento tenia todas las facultades de un líder natural en cuya esencia anidaba la humildad y su entrega por los seres humanos, esto y su inmensa calidad vocal lo convierten en el mas grande de los cantores del genero gaitero en Venezuela.
Incursiona también en la locución en la afamada emisora católica “La Voz de la Fé” complaciendo a su audiencia con temas románticos y la lectura de poemas, pero una llamada puntual todos los domingos de una señorita quien nunca quiso identificarse, marco una puntual complacencia a esta misteriosa mujer, que domingo a domingo logró enlazar su corazón y el de la incógnita dama. En meses posteriores resulto ser una compañera maestra que compartiría el resto de su existencia, había pues conocido el amor de su vida de una forma muy poca casual.
SU PASO EN CARDENALES…….
En el ambiente gaitero empezó por ser director de Los Sabrosos, con los cuales no actúo o lo hizo en forma muy ocasional al igual que con Santa Canoita. En 1962 ingresó a Cardenales junto con sus hermanos Rixio, Renato y Alves, poco después de la división del conjunto, donde propuso que se le añadiera un complemento al nombre, que luego surgió así “Cardenales del Éxito”. Grabó las primeras gaitas en 1963: Golpe Tradicional de Rixio Aguirre, Gaita, Gaita de Pedro Colina y Gaitas Tradicionales de Luís Ferrer y Rixio Aguirre. Empezó así su largo camino de éxitos con, entre otros: Reina Morena, Mi Chinata, Imploración y La Boda del Cachicamo.
PORQUÉ “EL MONUMENTAL”…….
La brillante y acertada idea de llamar a Ricardo Aguirre El Monumental de la Gaita, se le debe al doctor Octavio Urdaneta. Un buen día se le ocurrió a Octavio llamar a Ricardo El Monumental, tal vez sin meditarlo, sin preconcebir la idea. Era la figura más valiosa y destacada de la gaita.-dice Octavio, era un monumento de hombre, un gran artista.
Emocionaba a los demás de sólo escuchar semejante voz, además su capacidad interpretativa y creativa, su forma de ejecutar musicalmente; todos estos atributos lo convertían en un hombre monumental.
ENTRE SALADILLO Y CARDENALES…….
Con estos dos grandes grupos gaiteros Ricardo logro grabar temas como: El Indolente, Ronda Antañona, a Cantarina, La Flor de la Habana (1 y 2), Dos Madres Antañonas y La Grey Zuliana (1968). En esta última, según Arnoldo Hernández Oquendo, la música y el introito de la gaita pertenecen a Ricardo Aguirre, pero el estribillo a Macial Valbuena y además se le introdujo por primera vez un bajo eléctrico en un conjunto profesional. Regresó a Cardenales del Éxito donde grabó El Decreto Papal, La Vivarachera y Maracaibo Marginada. También fue intérprete de: Poema Gaitero, Gaitoneando, Soberbia Gaitera, La Pica Pica, Gloria de un Parrandón y Remembranzas 2.
Entre sus composiciones destacan: La Gloria de un Parrandón, Poema Gaitero, El Billeterito, Maracaibo Marginada, Remembranzas 2, Dos Madres Antañonas ( con Jairo Gil), entre otras.
LA GREY DE RICARDO…….

El locutor, animador y productor de la gaita León Magno Montiel menciona sobre la mas grande de las gaitas de todos los tiempos “La Grey Zuliana”, fue el mejor éxito que como solista, coautor y compositor logró imponer Ricardo José Aguirre González “El Monumental”.Fue llevada al acetato en el año 1968 y es tal la aceptación que se convirtió en el Himno de la Gaita y de sus gaiteros, se interpreta siempre como un reconocimiento eterno a quién la impuso y una reafirmación de la Gaita misma, como consentida del pueblo. Autentico patrimonio del Zulia, que creció con los años, su memoria siempre presente en su potente voz, a través de los discos así como en la tradición gaitera del país que cada vez lo añora más.
UNA LLOVIZNA OPACA “LA VOZ”.
Un trágico día 8 de noviembre de 1969 cerca de las 6.30 AM, tras haber pasado todo el día anterior de farra como un buen gaitero de la época, visitando todos los sitios donde se pudiera refrescar con una friíta, como prediciendo que seria su última visita a sus coterráneos su última vez, su último aliento, disfrutando de su corta estadía en la tierra que lo viera nacer y lloviendo se acercaba a comprar algo para comer; Ricardo venía en dirección este oeste buscado ir a la vía principal de veritas entonces ocurre el trágico accidente, ahí mismo se enmudece su voz y se inmortaliza El Monumental de la Gaita.

Tomado de: Gira En La Red.Info