Es uno de los
decanos conjuntos gaiteros de la actualidad, nació entre los años 1957 y 1958,
entre reuniones familiares y serenatas decembrinas. Los hermanos Rincón, Néstor
y Hernán junto a Francisco Morales y otros amigos del grupo, sin previa cita,
en reuniones de fin de semana alternaban las charlas y entretenimientos con
sesiones informales de gaitas, matizadas con las chispeantes improvisaciones de
Francisco. En poco tiempo, la fama del grupo traspuso los límites familiares y
fue entonces cuando se le invitó a concursar en un programa radial, y al
formalizar su inscripción lo hizo con el nombre de Rincón Morales. El triunfo
fue absoluto y los éxitos interminables. Se elaboró, o mejor dicho, se
improvisó sin fines de lucro un disco de larga duración con gaitas de la
fecunda inspiración de Francisco Morales y del Dr. Hernán Rincón, integrantes
del conjunto.
A partir de ese
momento nuestra expresión folklórica navideña dejó de ser regional para hacerse
nacional e internacional. El éxito y difusión superaron los cálculos previstos.
La gaita adquirió verdadera jerarquía, hubo euforia y contagio colectivos en
todos los estratos sociales. Proliferaron en forma asombrosa los conjuntos y la
gaita alcanzó todo su esplendor, buena parte logrado por el aporte entusiasta e
innovador de Rincón Morales, la grabación de cuyos discos es esperada
ansiosamente por sus admiradores. Son muchas las satisfacciones recibidas por
Rincón Morales y muchos los galardones conquistados en el mundo de la
farándula. En la temporada de 1979 el gran bolerista Boricua Chucho Avellanet
graba con la agrupación imponiendo los temas: Piraguas de mi Lago y Sentir
Zuliano.
A través de los
años han pasado por sus filas figuras como: Raiza Portillo, Venancio Fernández,
Francisco “El Machorro” Morales, Altagracia Vílchez, Enrique Gotera, Jairo
Sánchez “El Ovejo”, Betty Alvarado, Leo Finol, Ángel Parra, Ricardo Portillo,
Fernando Rincón, Chavín, Rafael Rodríguez, Lula López, Luis Germán Briceño,
José Sulbarán, Humberto “Mamaota” Rodríguez, Douglas Soto, Luis Ángel Aguirre,
Jaime Indriago, Ender Fuenmayor, Luis Escaray, Cheo Fernández, Pablo Grey,
Nerio Luján, Yohel Pirela, Fulvia Padrón, Germán Ávila, Hugo Huerta, Douglas
Ochoa, Mirla Guerra, Rubén Trujillo, Argenis Sánchez, Nelly Ávila, Pedro Rosell
y otras tantas figuras más.
Algunos de sus éxitos
son: Orinoco, China Chinita, Añoranzas, Tierra Mía, Tierra Madre, Blanca
Paloma, El Tartamudo, Remodelación, Acuarela Lacustre, Auyantepuy, Caracas,
Poupourrí Aniversario, Retazos del Catatumbo, Raíces, Venezuela Galopante,
Canturreando, Anhelo Gaitero, Nunca es tarde para Amar, Por una Palabra, Pasión
Gaitera, Grito Guerrero, Los Astronautas, Ahí está Dios, La iguana, De
Imprevisto, Gaita Gaita, Al Pie del Arbolito, Tarjeta de Navidad, La Menea, Reflejos de mi Lago, La Superior, Que la elija el
Pueblo, Vecino, Gaita Gaitero, América, Eternamente Tuyo, Paisaje Andino, Reina
de Mara.

“El conjunto que impuso el ritmo de la gaita en Venezuela” fue el de las “Estrellas del Zulia”. Se fundó en el año 1958 y ensayaban en los predios del populoso sector de Veritas. El médico Heberto Larreal en sus años de juventud, al lado de Alfredo Urdaneta, José Oberto, Luis Portillo, los hermanos Montiel y Acosta fueron los gestores de este parto musical que sentaría el precedente histórico para la masificación no sólo de agrupaciones gaiteras; sino también del reconocimiento y difusión del género gaitero hacia todo el país. La colaboración y asesoría de los hermanos Conde, artífices de la agrupación “Danzas Mara” referente a la instrumentación ideal del conjunto hizo posible un sonido gaitero que sería el ejemplo a seguir por casi todos aquellos grupos que nacieron contemporáneamente.

Los méritos que describen la trascendencia de las “Estrellas del Zulia” son múltiples. Llevaron la gaita a la orquestación clásica fusionados con los instrumentos que para entonces le eran característicos: el cuatro, el furro, la charrasca, las maracas, las tamboras y la marímbola, con el apoyo de la Banda de Conciertos Simón Bolívar dirigida por dos célebres músicos académicos zulianos: Ulises Acosta y Alberto Villasmil Romay. Las piezas orquestadas de ese album fueron las obras zulianas que se han convertido en íconos gaiteros: “La Cabra Mocha” y “Aniceto Rondón”. Esta idea fue iniciativa de un melómano zuliano: Don Carlos Tarre Murzi. La carrera de las “Estrellas del Zulia” está signada por el éxito. Impusieron el tema: “Vámonos pa´la feria” de Luis Pirela en el año en 1965.

Cuando expresan haber sido “el conjunto que impuso el ritmo de gaita en Venezuela”, frase originalísima de Lisimaco Linares Rivas “Fatty” lo justifican recurriendo a fieles argumentos de José “Chinco” Rodríguez que explican que son la agrupación que definió con estilo propio la transición hasta la contemporaneidad de la gaita tradicional caracterizada por un ritmo lento, acompasado, lleno de mensajes, quejas y sentimientos y la gaita moderna de ritmo violento y acelerado. No menos importantes, son las declaraciones que en torno a esta aseveración hizo Ricardo Aguirre “El Monumental” definiendo a las “Estrellas del Zulia” como una escuela y forjadores de una corriente gaitera diferente que con el correr de los años ha sido acogida por los conjuntos gaiteros antiguos y nuevos, cuestión que antes de envanecerlos los honra, de allí que su “slogan” sea un reconocimiento a la creatividad, al esfuerzo realizado en aras de la originalidad.

El tema que catapulta a las “Estrellas del Zulia” es “Isla de Margarita”, le siguió una lista innumerable de composiciones que han quedado registradas en “Long Plays” y discos compactos: “Canto a Maracaibo”, “La Soberana”, “El ritmo nuevo”, “Vámonos para la feria”, “De colores”, “Por la mano”, “Mis tres madres”, “Maracaibo Viejo”, “Vieja Gaita”, “Mis tres madres”, “Los Colibríes”, “El trabalenguas”, “Criolla y Soberana”, “Maracaibo mía”, “Patio viejo”, “La cachúa”, “Maracaibo cómo estás”, “Vuelve la gaita”, “Adiós maracucho”, “Recuerdos de ayer”, “En todo el centro del cielo”, “La Negra Juana”, “Piedad”, “Juan”; entre otros. Las navidades zulianas de los años sesenta y setenta estaban caracterizadas por la presencia colorida de las gaitas de las “Estrellas del Zulia”. A principios de los años sesenta contaron honrosamente con “el furrero mayor” Jesús Lozano quien era fuente de inspiración para todos sus integrantes, tratándose de su investidura.

Entre otros de sus integrantes, figuran: Jairo Sánchez “El Ovejo”, Luis Portillo “El Cojo Chester”, Alfredo Acosta, Salid Pirela, Ray Correa, Pedro Villalobos, Pedro Rossell, Edixon “El Pájaro” Villalobos, Eddy Méndez, Jorge “Dinamita” González, José Tineo, Ángel “Parchito” Ávila, Héctor Lazarle, Nelson Henríquez, La “Nena” Aizpúrua, Gustavo Aguado y Omar Ferrer. Ese caudal de personalidades y aquellas que a lo largo de sus más de 25 años de existencia certifican sus éxitos, le hicieron merecedores de premios tales como: “Micrófono de Oro”, “Discjockey”, “Mara de Oro”, “Espectáculos”, “Duplos” y muchos más.

Aunque Pedro “Cantaclaro” Villalobos se inició en 1959 con el conjunto “Los Novatos” fue en el año 1966 cuando entró a las “Estrellas del Zulia” y al año siguiente graba con ellos la composición “De colores”, la cual se convirtió un éxito nacional. En 1979, “Cantaclaro” Villalobos se convirtió en el director de las “Estrellas del Zulia”. A raíz del asesinato de Alfredo Urdaneta, este emblemático conjunto cesa en sus labores a mediados de los años ochenta. En el año 1991 vuelven a la palestra bajo la dirección de Egidio Sánchez y Juan Carlos Bohórquez quienes agruparon a algunos de sus ex-integrantes.